Como ante Peñarol, puede funcionar. Como en el segundo tiempo frente a Atlético Mineiro, también. Pero como contra Caracas, no. En la Copa Libertadores no se le deben otorgar chances a los rivales que no tienen que tenerlas. Esas oportunidades perdidas pasan factura. Central hipotecó en Venezuela gran parte de la ventaja que le había sacado a Peñarol en Arroyito, pero fundamentalmente debe mejorar futbolísticamente. Y mucho. Fue muy pobre la actuación frente al equipo caribeño, con algunos rendimientos llamativamente bajos. Con los vaivenes lógicos de la competencia, pero es una tendencia que Central no puede desterrar de sus partidos.

“El rendimiento en Copa Libertadores debe ser distinto, se juega a otro nivel”, dijo Miguel Russo al final del partido en Caracas y es una clara síntesis de lo que pasó.

Caracas es el rival más accesible del grupo, muy precario, y en el presupuesto de sus tres rivales estaban los seis puntos en juego frente a los venezolanos. Central ya hipotecó 2. 

Atlético Mineiro ganó los tres que jugó y se quedará con uno de los cupos a octavos de final. Central, como era proyectable, peleará por el segundo lugar con Peñarol. Y no debe dar más ventajas. Por lo pronto, ganar los dos partidos de local será impostergable para llegar a Montevideo con margen.

“Tenemos que tener más velocidad y potencia, pero hay algunos rendimientos que fueron importantes”, analizó el DT antes de sincerarse con el resultado. “Nosotros podíamos más. Teníamos en mente ganar este partido”, se lamentó.

El equipo canalla que apenas rescató un empate ante el débil Caracas (@RosarioCentral)

Se insiste, en el cálculo de probabilidades, los seis puntos frente a Caracas se sumaban a la tabla. Es como que Atlético Mineiro, Central y Peñarol arrancaban con seis. Y pareció que iba a ser así. Atlético le hizo cuatro en Venezuela y Peñarol cinco en Uruguay. Central regaló dos puntos.

No canceló su futuro, pero achicó a la mínima expresión su margen de error

La pobreza futbolística extrema de Caracas, a la altura de un equipo de la B Metropolitana argentina, dejó muy expuesto a Central, que no tuvo funcionamiento y también luchó con rendimientos individuales sorprendentemente bajos

Ahora llegará Atlético Mineiro, duro, durísimo. Y sin público mucho más.

Central hipotecó en Venezuela gran parte de la ventaja que le había sacado a Peñarol en Arroyito, pero fundamentalmente debe mejorar futbolísticamente

Para empezar a conversar, Central deberá recuperar a algunos jugadores que no estuvieron en su nivel. Se notó demasiado en Campaz y Malcorra, insólitamente elegido el jugador del partido.

La Copa Libertadores penaliza fuerte cuando un equipo no aprovecha sus oportunidades y no gana los partidos que tiene que ganar.

Por eso, ahora, el margen de error se achicó.

No obstante, hay una buena noticia para Central: terminó la primera rueda de la fase de grupos y todavía depende de sí mismo.